domingo, 1 de marzo de 2009


Edward se detuvo a unos cuantos metros de Jacob..[...]
-Podrías habernos llamado - comenzó Edward con voz dura como el acero.
-Lo siento - contestó Jacob, torcio el gesto con desprecio.- No tengo sanguijuelas en mi agenda.- Tambien podríamos haber hablado cerca de casa de Bella.-
La mandíbula de Jacob se contrajo y frunció el ceño sin contestar.-
Este no es el sitio apropiado,Jacob.¿Podríamos discutirlo luego?
-Vale vale. Me pasaré por tu cripta cuando terminen las clase- bufó Jacob.-¿ Que tiene de malo hablar ahora?
Edward me apretó contra su costado, posicionando su cuerpo de modo que él seguía estando entre Jacob y yo, y me acarició la cara con manos ansiosas.- No pasa nada - me susurró -. No pasa nada. Nunca dejaré que se te acerque, no pasa nada. Luego, se volvió y miró a Jacob.-¿ Contesta esto a tu pregunta, chucho?
-¿ No crees que Bella tiene derecho a saberlo?- Le retó Jacob. Es su vida.
Edward mantuvo su voz muy baja.Incluso Tyler, que intentaba acercarse paso a paso,fue incapaz de oírle.-¿Por qué debe tener miedo si nunca ha estado en peligro?
- Mejor asustada que ignorante.[...]
Edward restañó las lágrimas de mi mejilla con las yemas de sus dedos.-¿Realmente crees que herila es mejor que protejerla? - murmuró.
-Ella es más fuerte de lo que crees - repuso Jacob- Y lo ha pasado bastante peor.Derrepente el rostro de Jacob cambió y fijó la mirada eb Edward con una expresión extraña,calculadora. Entornó los ojos como si estuviera intentando resolver un problema de matemáticas en su mente. Sentí que Edward se encogía. Alcé los ojos para verle las fracciones, que se crisparon con un sentimiento que sólo podía ser dolor. [...]
- Que divertido - comentó Jacob, carcajeándose mientras observaba el rostro de Edward...... que hizo otro gesto de dolor, pero consiguió suavizar su expresión con un pequeño esfuerzo, aunque no podía ocultar la agonía de sus ojos.
-¿Qué le estás haciendo? - exigi saber.
-No es nada, Bella- me aseguró Edward en voz muy baja. - Solo que Jacob tiene muy buena memoria, eso es todo.
El aludido esbozó una gran sonrisa y Edward se estremeció.
-¡Para ya! Sea lo que sea que estés haciendo.
-Vale, si tú quieres. - Jacob se encogió de hombros- Aunque es culpa suya si no le gustan mis recuerdos. [...]

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